Días de inercia, Lizeth León Borja

Frailejón Editores

2019

Días de inercia es el registro analítico de la depresión en la vida de la narradora. La depresión, que es una parálisis emocional, esconde una tensión extenuante a causa del esfuerzo por intentar activar algo que no se puede mover. Ese algo que no se mueve, ese animal vivo, es la vida entera del paciente aplastado por algo que intenta ver en la oscuridad.

En la rutina de nuestra actividad diaria no estamos acostumbrados a pensar que antes del movimiento físico está el movimiento mental (el emotivo y el racional). Pero la depresión es como una cámara lenta en la que se puede ver y sentir todo el esfuerzo previo a la acción física. Para señalar ese movimiento previo están las listas: una planeación de acciones antes de la ejecución. De alguna forma este libro entero es una lista de listas también: de esfuerzos previos a la rutina del movimiento que se convierten en movimiento desde su planeación. Esa es la estructura: una lista de listas dispuestas a modo de abecediario, que pretenden analizar cada registro de ese esfuerzo que es intentarse mover.  

Tal vez por eso, porque es un registro de la dificultad de la movilidad, cada fragmento, cada letra del abecedario, plantea una pregunta o una afirmación que a veces parece dar un salto hacia adelante pero se regresa, o se queda quieta, al final. Porque el núcleo de la depresión dentro del mundo es la tensión entre la incapacidad de moverse y la necesidad de hacerlo.

Dentro de ese registro, y esto es sorprendente por el tema y el padecimiento que trata, el análisis está lleno de belleza y vitalidad. Las frases, los fragmentos, las ilustraciones reflejan una obra estética llena de color: aunque quieran decir que vienen de un centro oscuro están surcadas por hendiduras de fuego que iluminan lo que amenazan con destruir: esa «oscuridad que es capaz de iluminarlo todo por gracia de quien la absorbe», como dice en la letra O, «porque el amor propio no está exento de poder y de violencia [porque] no hay amor propio que no sea radical. No hay manera de salir manteniendo a salvo las vidrieras».

Publicado por FelipeCarrillo-Alvear

Intento leer y escribir. https://felipecarrilloalvear.wordpress.com/

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